El aparcamiento del Palacio de los Deportes se convirtió ayer en un improvisado circuito de velocidad que acogió el Gran Premio de Velocidad Ciudad de Logroño. No era el circuito urbano de Cheste, pero cumplió perfectamente con su cometido. Tampoco corrían ni Fernando Alonso ni Jorge Lorenzo, pero la cita congrego a un gran numero de seguidores que disfrutaron con las diferentes carreras que se disputaron.
El recorrido del circuito tenia una longitud total de un kilometre y setecientos metros, y se tra-taba de una prueba puntuable para el campeonato de velocidad de la zona norte y vasco-Navarra. Las categorías en las que se compitieron ayer fueron las de quads, supermotard, minimotard y scooter. Los motores rugían en las inmediaciones de Las Gaunas y la gente observaba con interés los diferentes vehículos que se encontraban aparcados en la zona. Mientras, los pilotos reconocían el circuito en los entrenamientos previos. A la hora de las carreras, todo el mundo ponía su atención en el circuito. Niños, niñas, ancianos o gene de mediana edad, todos miraban con gran expectación el desarrollo de las diversas competiciones. A la conclusión de todas las carreras, se hizo entrega de los trofeos a los ganadores para poner punto y final. Oscar Romero fue el ganador en quads; Cristian Vidal se llevo el triunfo en minimotard; en la categoría de supermotard, el campeón fue David Gonzalvo; que se impuso en todas las mangas deleitándonos con unas tremendas derrapadas segundo fue el guipuzcoano Abel urízarbarrena y tercero el joven navarro Juan Mari olías y en scooter gano el guipuzcoano Jorge Villar. |
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